domingo, 3 de marzo de 2013

La historia de un "No" parque

En la anterior entrada ya hablamos sobre la larga historia de la Hacienda Miraflores en el marco del desaprovechado parque del mismo nombre, además de repasar un poco la situación de éste durante las últimas décadas pero hoy vamos a indagar más todavía, haciendo un repaso cronológico de uno de los "pulmones verdes" de Sevilla.
Una de las fuentes más fiables y completas de información en estos casos es la hemeroteca virtual del ABC de Sevilla, donde se puede navegar por fecha o por una búsqueda avanzada a partir de una palabra. En este caso buscamos cualquier noticia en la que aparezca "Parque Miraflores" para empezar a buscar fechas, datos y demás que nos facilite la composición de una cronología lógica donde no queda ningún cabo por unir.
La mejor forma de empezar es en los años ochenta (Donde dejamos previamente la anterior entrada), con un "parque" Miraflores en estado de abandono, morada de delincuentes y drogadictos, además de escombrera, siendo una lacra para una zona norte de Sevilla en pleno desarrollo urbanístico y que no representaba para nada el pasado agrícola de una zona habitada siglos atrás por sociedades tan avanzadas como la árabe o la romana.
Es en esta época, la década de 1980, cuando se empieza a prestar atención a esta zona de la ciudad y a valorar los restos arqueológicos que llevan décadas sin uso. Como señalé en la entrada anterior, Manuel del Valle Arévalo, alcalde de nuestra ciudad entre 1983 y 1991, es el primero en plantear una rehabilitación completa del parque, que tantas veces reclamaban los vecinos de los alrededores. Los primeros datos aparecen a mediados de los 80: Sevilla empieza a concienciarse del valor arqueológico de la zona y empiezan a presentarse los primeros proyectos al ayuntamiento aunque el gran coste económico ralentiza las tramitaciones como podemos ver en este artículo de Mayo de 1986:

Durante los siguientes años se empiezan a encontrar restos arqueológicos en graveras, enterrados, que ayudan a la puesta en marcha de los proyectos de conservación de la zona, junto al apoyo del vecindario con asociaciones como la Pro-Parque Miraflores. Esta situación de mejora incentiva la construcción de nuevas zonas residenciales junto a los márgenes del parque como Los Arcos, Las Naciones, Parque Atlántico, etc. que durante los últimos años ochenta cubrirán el extremo sur del parque.
Durante los primeros años de la siguiente década, aunque muy lentamente, se suceden las obras de rehabilitación del parque, que rápidamente chocan con un problema cada vez más preocupante: Los incipientes actos de vandalismo en el parque. Estos actos de destrucción (Que se generalizaron por la zona) hicieron peligrar la integridad del patrimonio hallado en el parque, así como la Hacienda Miraflores y La Albarrana, que fueron gravemente dañadas. Esta problemática incidía negativamente en el ya deplorable estado de abandono del parque, denunciado reiteradamente por las asociaciones de vecinos.

Un coche en el cauce seco del Tagarete en 1992.
 Es durante esta época cuando el parque queda dividido en dos partes por la creación de la Ronda Urbana Norte, pasando frente a la antigua Hacienda Miraflores.
Va surgiendo el objetivo de crear un parque totalmente distinto al típico parque urbano, el Parque Miraflores debía ser el reflejo de su pasado de huertas, zonas agrícolas y haciendas para acercar el campo a las zonas urbanas.

Los años noventa ven la mejora total del parque, se crea una zona verde con varios cientos de hectaréas de repoblación, se restauran zonas tan características como la hacienda de La Albarrana, así como la noria y el antiguo sistema de regadío de las huertas. Se adecentan las zonas del parque, se delimita éste y se coloca mobiliario nuevo además de la creación de un proyecto social relacionado con las actividades en las huertas de la zona norte del parque. La obra que culmina esta remodelación es la apertura de un tramo del arroyo Tagarete al exterior, después de varias décadas entubado y desviado hasta su desembocadura en el Río Guadalquivir. En el año 1996 se comienza a desenterrar uno de los nueve puentes que cruzaban este arroyo, de un valor incalculable, al igual que su fecha, incierta, aunque varias escrituras de venta de la finca de La Albarrana, fechadas en 1714, ya lo nombraban. El "puente alcantarilla", que significa "puente pequeño" estuvo durante años enterrado bajo el antiguo camino de Miraflores debido al entubamiento de este arroyo, que sufría fuertes crecidas y desbordamientos a principios de siglo. Varias fueron las restauraciones que sufrió, siendo la más reciente y notoria, en los años '40. Finalmente, durante estos años '90 el puente fue nuevamente restaurado como lo conocemos hoy en día.

Desenterramiento del puente sobre el arroyo Tagarete (22-11-96)


sábado, 2 de marzo de 2013

Antes, todo esto era campo...

Nuevamente rescatamos del recuerdo algunas fotos. En esta ocasión tenemos que poner la vista en el año 1985 y desplazarnos un poco más allá de la Avenida Pino Montano, cruzar San Diego y dejar atrás Las Almenas...Nos encontramos en la Hacienda Miraflores, de las edificiaciones más antiguas de la zona (Siglo XVIII), por no decir la que más, junto a la pequeña torre almohade que data del siglo XIII y restos arqueológicos que datan de la era romana. Después de repasar un poco la historia lejana nos centramos en la cercana: Durante los años 70 esta zona permanecía en un abandono total, siendo el Parque Miraflores, antigua zona de huertas con siglos de antigüedad, utilizada como escombrera y lugar de ocio para los yonkis, además de gravera de tierra (De esta época nos quedan los dos lagos que hay en el parque).
Durante los años 80, siendo alcalde de Sevilla, Manuel del Valle Arévalo, éste promete un plan de rehabilitación y restauración de la zona aunque no se pone en marcha hasta varias décadas después...

A esta época pertenecen estas dos panorámicas de las inmediaciones de la hacienda:

En esta primera fotografía podemos ver el claro estado de abandono y deterioro de la hacienda, en este caso de la torre de contrapeso que hacía una importante labor en la elaboración del aceite en el molino.
Para orientarnos, la vista está orientada hacia el este y desde la azotea del edificio no vemos más que campo y algún camino agrícola. Un paisaje muy distinto del actual, ya que pocos años más tarde (1988-89) empezaría la construcción de la Ronda Urbana Norte que haría pasar la SE-30 por Pino Montano, eliminando cientos de hectáreas de campo.

Pasemos entonces a la 2ª imagen, muy interesante...

Desde el mismo punto giramos nuestra vista hacia el sur, donde podemos observar el gran tamaño de la zona de campo que compone en la actualidad el Parque Miraflores y, lo más destacable podemos verlo al afinar la vista hacia el fondo de la foto. La hilera de bloques de pisos en la lejanía forman parte de la barriada de Las Almenas (Fondo Der.) y San Diego (Fondo Izq.). Las fases de Parqueflores no empezarían a construirse hasta principios de la siguiente década por lo que la zona verde del actual parque prácticamente llegaba hasta la misma avenida Pino Montano. Durante mediados y finales de los 80 este paisaje cambiaría, dejando paso a varias hectáreas de huertas, caminos y zonas ajardinadas que, actualmente, nos recuerdan que esta zona que parece tan alejada del centro y el bullicio de Sevilla, tuvo un pasado de cortijos, huertas y haciendas.